En un partido muy disputado, ambas selecciones estaban obligadas a ganar el encuentro si querían seguir con vida dentro de la justa europea.
El partido comenzó muy cerrado sin muchas oportunidades de ambas escuadras, hasta el minuto 20′ cuando Retegui erró su disparo a un costado de la portería defendida por Livakovic. Sin embargo, no habría mayores complicaciones durante los primeros 45 minutos de juego ni para Italia ni para Croacia.
Para la parte complementaria, el partido se reactivó, ya que al minuto 52’ se llevaría a la revisión del VAR una posible mano del mediocentro italiano Fratessi, por lo que después de dictaminar, el colegiado Makkelie concedió la pena máxima para el conjunto de cuadros. Modrić fue el encargado de realizar el cobro, sin embargo, su disparo fue atajado por Donnaruma, aunque el capitán de la selección croata tendría una nueva oportunidad, la cual no desaprovecharía; después de anotar tras una serie de rebotes dentro del área azzurri, el gol colocaría momentáneamente a la selección croata dentro de la siguiente fase.
La siguiente chance de gol se dio hasta el minuto 86′, cuando Chiesa mandó un centro desde el costado izquierdo al que no pudo llegar Scammaca. Cumplidos los 90′ minutos de juego el colegiado decidió agregar 8′ minutos y la sorpresa llegó al 90+7’, cuando Zaccagni colocó el balón en la escuadra derecha, lo que significó el pase de la selección italiana a octavos de final en donde enfrentarán a Suiza.
Del mismo modo, Croacia se despide de la competición europea, después de tener oportunidades nulas de colarse como uno de los mejores terceros lugares de grupo.
Información: Diego Salas
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