En las últimas semanas, el precio del cilantro ha experimentado un aumento significativo en México debido a una serie de factores climáticos adversos. Las granizadas recientes en el estado de Puebla, uno de los principales productores de esta hierba, han destruido muchos cultivos, reduciendo drásticamente la oferta. Además, una persistente sequía y las altas temperaturas han afectado la calidad y cantidad del cilantro disponible, dificultando el desarrollo adecuado de las plantas y favoreciendo la aparición de plagas y enfermedades.
Esta combinación de factores ha provocado que el precio del cilantro se dispare en los mercados. Por ejemplo, el costo de un manojo de cinco kilogramos en la Ciudad de México ha llegado a oscilar entre 380 y 460 pesos, cuando anteriormente estaba mucho más barato.
Esta situación no solo afecta a los consumidores, sino también a los agricultores, quienes enfrentan altos costos de producción y la decisión de cambiar a cultivos más rentables o menos demandantes en términos de agua.
En resumen, el alza en el precio del cilantro es una consecuencia directa de las adversidades climáticas que afectan la producción agrícola en México, reflejando la vulnerabilidad del sector ante fenómenos naturales extremos y el cambio climático.
