En las últimas semanas, la ciudad de Guadalajara ha experimentado un aumento preocupante en la aparición de socavones, especialmente en colonias como Centro, Alcalde Barranquitas, Americana e Independencia. Estos hundimientos en las calles se han vuelto más comunes debido a las redes viejas del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) y la falta de inversión en su renovación.
Según datos del SIAPA, entre enero y diciembre del año pasado se registraron dos mil 786 reportes de hundimientos, lo que equivale a un promedio de más de siete socavones diarios. Esta problemática ha afectado a varias zonas de la ciudad, causando daños materiales y poniendo en riesgo la seguridad de los ciudadanos.
Recientemente, se reportó un socavón en el Camino Real a Colima el 16 de julio, sobre el puente vehicular a la altura del Arroyo Seco. Además, el jueves pasado se formó otro socavón en el cruce de Juan Tablada y Alfonso Reyes, en la Colonia Miraflores, donde un camión recolector de basura quedó atrapado, con dos de sus llantas traseras hundidas en el hoyo. Una situación similar se vivió en Zapopan, en la calle Mozart de La Estancia, donde los vecinos atribuyen los desperfectos a fugas de agua y al paso de camiones pesados.
Carlos Enrique Torres Lugo, director del SIAPA, ha señalado que se necesitan aproximadamente ocho mil millones de pesos para renovar la red de distribución y evitar fallas en el suministro de agua. Sin embargo, las deudas del organismo y los gastos corrientes hacen inviable dicha inversión a corto plazo.
El socavón reciente en López Mateos, cerca de Periférico, fue causado por la crecida de la corriente del Arroyo Seco. Aunque el Gobierno de Jalisco ha reconocido que la infraestructura del colector en esa zona tiene más de 60 años, lo que contribuyó a su incapacidad para soportar la fuerza del cauce.
El SIAPA es responsable de la gestión de ocho mil kilómetros de redes de alcantarillado y 547 kilómetros de colectores en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá. Ante esta situación, la necesidad de una renovación integral de las redes es imperativa para garantizar la seguridad y la calidad del servicio de agua potable en la región.
